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Sobre la grama

Teníamos un juguete

Sobre los actos del domingo pasado en La Corregidora de Querétaro solo queda sangre en las tribunas y omisión en la Federación.


08 de marzo del 2022

Por: Santiago Salinas

Reprobable. Reprobable fue la masacre del domingo pasado en el partido entre Gallos Blancos del Querétaro y Rojinegros del Atlas que tuvo lugar en La Corregidora, casa de los queretanos.


Lo que pasó usted ya lo ha visto, leído y escuchado, quizás hasta lo ha experimentado, ya sea alguna vez en un inmueble deportivo o el propio fin de semana, no me sorprende, en México nos hacemos los sorprendidos de que esto ocurra cuando no es la primera vez y —temo decirlo— no será la última.


Actos violentos como estos han sucedido ayer, antier, hace un año, hace dos, hace cinco, hace diez y acontecerán mañana, la próxima jornada, el siguiente torneo y el que sigue y el que sigue y permanecerá ahí como un fenómeno casi normalizado por las ineficaces e ineficientes acciones por parte de quienes están al frente del futbol.


Son ellos quienes en mi opinión han permitido escalar estas situaciones hasta el punto del no retorno, son ellos en mi opinión los perpetradores de que la violencia siga imperando en los estadios, son ellos, llámese directivos, federativos, presidentes, ellos junto con los que se hacen pasar por grupo de animación que viven del dinero, las entradas y los beneficios que les otorgan por ir a "apoyar" en el mejor de los casos y a matar en el más terrible de ellos.


¿Colusión? No lo sé, ¿quién permitió que la porra de Querétaro ingresara con tubos, palos y navajas?, ¿por qué? Lo que vimos fue negligencia, poca y nula planeación, permisión de la violencia y policías permitiendo el paso entre secciones de La Corregidora a aquellos quienes tenían toda la intención de arrebatarle la vida a todas y todos los que se atravesaran. Los sitiaron, los amenazaron y los golpearon hasta el cansancio.


Lo que es peor, en este país hay decenas de muertos todos los días en las calles, en los barrios, en las colonias, en las escuelas, en los parques, en los centros de reunión y esparcimiento, en la casa, en todos lados, a cada rato, cifras de personas que se resumen a ello, a cifras, números, imaginarios que sirven para entender la podredumbre en la que vivimos cuando en realidad son hijos, hijos, hermanas, hermanos, madres, padres, familias, amigas, amigos y parejas.


Desde los ojos de quienes no viven esas realidades, lo que hace diferente a lo sucedido el domingo es que la gente agredida, casi muerta —aunque no se haya confirmado en palabras del gobierno del estado ningún deceso— fue víctima dentro del inmueble deportivo, no en una banqueta ni a las afueras. Eso les asusta, les deja una huella imborrable, una mancha a sus discursos de seguridad que no funcionan ni en la dialéctica ni en la acción, los pone a sudar, no saben qué hacer y quieren evitar que las y los aficionados mueran en la cancha a toda costa, en las calles o a las afueras quizás sí, pero dentro nunca, como si la gravedad solo dependiera de donde se victimiza a las personas.


Al momento en que escribo no se han emitido sanciones derivadas de la reunión de dueños de hoy mismo por la tarde, aunque algunas ya las conocemos: veto de por vida de las porras visitantes a los estadios de México para evitar enfrentamientos dentro, aunque nadie se pregunta qué pasará cuando viajen y se encuentren afuera; suspensión de los partidos que cerrarían la jornada en turno, y posible desafiliación del Club Querétaro del futbol mexicano.


La realidad es que el reglamento y el sistema de castigo de la Federación Mexicana de Futbol no funciona, no sirve, es pobre, es triste, es payasístico, es ridículo, es nefasto, es asqueroso, es inútil, irrelevante, inconsciente, incapaz, inhumano, es burdo y es capaz de seguir pensando que actos como estos no volverán a suceder cuando no atacan el problema de raíz porque son inútiles e inservibles, eso son los federativos, eso son los que dirigen el balón, eso son.


Piensan que una multa de 150 mil pesos, veto de tres partiditos a puerta cerrada y los puros discursos ayudarán a erradicar la violencia, por favor, ¿le digo algo? No me sorprende que salgan con una cosa así hoy por la tarde, porque ya nada puede asombrarme mas, o eso creo y espero.


La venta de alcohol, el comportamiento en masas, la saña, la podredumbre, el cáncer que significan las porras, las barras, la pésima idea de introducirlas en México combinada con la realidad de los sectores de la sociedad donde nos encontramos, todo eso y podemos seguir contando han dejado como saldo 26 personas lesionadas, 24 hombres y dos mujeres con cuatro personas hospitalizadas al momento de escrita esta columna según el parte de Mauricio Kuri, gobernador del estado de Querétaro.


"La realidad es que fueron una bola de inadaptados", dijo Kuri, desestimando la sugerencia de que la masacre fue planeada, o es muy ingenuo él o yo o que empiecen a surgir las investigaciones y las respuestas porque si se piensa que el olvido es la opción, mañana en cualquier otro estadio esto ocurrirá de nuevo.

¡Ojo! Decenas de involucrados en la trifulca y ningún detenido, cuando los rostros de los perpetradores están en todos lados, y sí, incluyo a los federativos.


Si desafilian al Querétaro, si suspenden a México del Mundial de Catar, eso es lo de menos, son consecuencias pero no soluciones. Lo urgente es encarcelar a los culpables y no digo que hay que encargarse de que no vuelvan a pisar una cancha porque la cárcel es lo mínimo, porque esa gente no solo está presente en los estadios, está en las calles, en las casas y escondidos entre el anonimato que hoy en día ya no es posible tener.


Pero pensemos en las familias, niñas, niños, mujeres y hombres que estuvieron entre la vida y la muerte el domingo en un espacio que nunca ha sido seguro, por más que nos hagan creer que así es. Pensemos en la gente que perderá su trabajo con la desaparición posible de Gallos, pensemos en todo porque los directivos no piensan en nada, más que en limpiar su imagen y sí, pensemos en que el deporte no es así, pero no seamos ingenuos ni románticos, porque el futbol asociación se ha ido desvirtuando, se ha desentendido, se ha confundido en el camino hace mucho y ahora ha escalado tanto que hasta que el niño muera no taparán el pozo.


"Teníamos un juguete; era el más divertido del mundo. Un día se hicieron tan numerosas las hinchadas, y tan efusivas, que tuvimos que poner barras de fierro en las tribunas, empezamos a exagerar la emoción que sentíamos. Nadie sabe cuándo fue, exactamente, que todo se fue al carajo. Nadie recuerda cuándo murió el primero de los nuestros, ni a manos de quién. Nadie sabe cómo algunos se hicieron dueños del juguete. Pero un día las tribunas se convirtieron en campos de batalla. Todavía no sabemos si fue un accidente, pero rompimos el juguete en mil pedazos. Lo hicimos mierda. Y lo más triste es que no sabemos jugar a otra cosa". Hernán Casciari.


Aún hay más... camino para la Selección Nacional Femenil de Futbol de México Sub-20. El martes buscarán su pase a semifinales cuando enfrenten a El Salvador en búsqueda de su boleto al Mundial de la categoría.


Duda: ¿Hacia dónde va el deporte de masas como el futbol? ¿Y si dejamos de creer que ganar o perder es la vida o muerte? ¿Y si dejamos de ir?


No vemos la próxima semana Sobre la grama.


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