Por: Fernando Oropeza
Fecha: 24 de febrero de 2022
FOTO: EL PAÍS URUGUAY
Llegaban noticias. Las tensiones en Ucrania avanzaban a un ritmo cada vez más acelerado, y detrás estaban dos potencias mundiales con dos ideologías distintas: Estados Unidos y Rusia, viejos rivales.
Los diarios nacionales no daban tanta importancia a lo que en ese entonces era un susurro, hoy es un hecho que acapara cualquier medio informativo y se convierte en un grito...
El lunes, Rusia reconocía la independencia de Donetsky y Luhansk, regiones que pertenecían al Estado Ucraniano. El miércoles la pólvora comenzaba a arder, el presidente Vladimir Putin informaba de una “operación militar especial” que tenía el fin de proteger a personas que habían sufrido persecución y genocidio por el régimen del Kiev.
Después los videos en las redes sociales donde el cielo oscuro se iluminaba con los estallidos de bombas conmocionaron al mundo.
Sorprende, además, escuchar a un mandatario amenazar a cualquier país que busque intervenir en el conflicto, así se expresó el dirigente ruso:
"Cualquiera que intente interferir con nosotros, o más aún, crear amenazas para nuestro país y nuestro pueblo, debe saber que la respuesta de Rusia será inmediata y lo llevará a consecuencias como nunca antes ha experimentado en su historia. Estamos listos para cualquier giro de los acontecimientos".
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, por otra parte, se pronunció al respecto y aseveró que Putin inició “una guerra premeditada que provocara una pérdida catastrófica de vidas”:
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, declaró que puede ser una gran guerra en el continente europeo.
¿Se pueden hacer pronósticos?
Las tensiones escalan, los mensajes suben de tono, las bombas iluminan la oscuridad del cielo y no hay quien determine un futuro certero sobre el conflicto que se vive.
Al momento de tener dos potencias apoyando a diferentes bandos en un mismo territorio se perciben los discursos cargados de potencia donde ninguno puede quedar como un país disminuído; la infraestructura armamentista que han venido desarrollando y que comienza a desplegar Rusia se muestran hoy como unas pinceladas de la catástrofe que podría suscitarse.
Por otro lado – en las sanciones económicas (que también es una parte fundamental de la guerra) – se verá si servirá para disminuir el poder el grado de tensiones, o si por lo contrario redbolará los esfuerzos bélicos.
Además, el papel que jugará China será decisivo, pues tendrá el poder de inclinar la balanza de un lado u otro, o fungir como intermediario. Las fichas políticas se revuelven, y como en todo conflicto de grado mundial, se forman bloques.
El mundo se fue a dormir horrorizado por las imágenes, pues se recuerdan las atrocidades de las grandes guerras, la devastación y el inminente peligro que existe cuando el armamento nuclear es una opción.
Así, aquel lejano susurro del conflicto en Ucrania se vuelve un escandaloso grito que deja preocupado al mundo entero y, como siempre, a merced de las decisiones tomadas por las potencias..
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