El aumento de la temperatura no solo amenaza al medio ambiente, también pone en peligro el comportamiento de los seres humanos, ya que se descubrió que el aumento de la temperatura está influyendo en el desencadenamiento de enfermedades mentales y suicidios.
17 de septiembre de 2021
Por: Cristian Ortega
El creciente calentamiento global, herencia de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) por las actividades humanas (en gran parte por la quema de combustibles fósiles) desde el inicio de la Revolución Industrial en el siglo XVIII, está provocando múltiples consecuencias para el bienestar y existencia de los seres humanos y de todos los seres vivos que habitan el planeta.
De acuerdo a declaraciones de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU (EPA) y del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), la temperatura de la Tierra ha aumentado en promedio 0.85ºC entre 1880-2012 y los modelos científicos estiman que la temperatura aumente 1.5ºC a finales de este siglo o incluso escenarios más pesimistas estiman un aumento de 4.8ºC; temperaturas que acabarían con la vida en el planeta.
Foto: NASA
El aumento de la temperatura global es el principal causante del cambio climático contemporáneo, por lo que, la manifestación de estos dos fenómenos está provocando la destrucción de los componentes vitales de la biósfera, el derretimiento de los glaciares árticos con el consecuente aumento del nivel del mar, el aumento en la frecuencia e intensidad de eventos meteorológicos extremos, la pérdida de la biodiversidad y cambio en la composición de los ecosistemas, la proliferación de enfermedades infecciosas, la acidificación de los océanos y un sinfín de efectos colaterales.
Sin embargo, la mayoría de las investigaciones científicas solo se han centrado en los efectos que repercuten físicamente hacia los seres humanos, dejando en segundo plano el espectro interior de los mismos. De este modo, a principios del presente siglo, la comunidad científica empezó a prestar atención en cómo el calentamiento del planeta influye en el comportamiento humano y en su salud mental.
A mayor temperatura, más violencia
En 2017, científicos descubrieron un fuerte vínculo entre el aumento de la temperatura y la tasa mensual de delitos violentos en Finlandia, donde se encontró una correlación de la cantidad de serotonina (sustancia química del cerebro que regula el estado de animo y la ansiedad) que circulaba en la sangre de voluntarios sanos y delincuentes violentos. Dicha investigación concluyó que:
“es altamente probable que el calor altera nuestros niveles de serotonina, lo que a su vez afecta nuestros niveles de agresión”
De igual forma, los investigadores Marshall Burke y Solomon Hsiang realizaron un estudio para cuantificar las relaciones entre la temperatura y la violencia que derivó en la observación de una fuerte relación positiva entre las temperaturas más altas de lo normal y el aumento de los conflictos, por lo que, afirmaron que:
“Por cada medio grado de calentamiento, las sociedades verán el incremento entre un 10 y un 20% en la probabilidad de conflictos armados”
Dichos estudios, fueron reforzados por la evidencia empírica que ha demostrado que: en México, hay más crimen organizado en regiones con climas más cálidos; en Sudáfrica, científicos descubrieron que por cada grado que aumente la temperatura, hay un incremento del 1.5% en el número de casos de asesinato; y, en Reino Unido, en las olas de calor global de 2018, hubo un récord de llamadas de emergencia al 999 por incidentes violentos.
Aunque el aumento de la violencia es generado por otros factores como la desigualdad, la pobreza, el trabajo o situaciones personales, cada vez es más evidente que entre más calor, los seres humanos al sentir sensaciones, a nivel individual, como incomodidad, estrés e irritabilidad, experimentamos una transformación en nuestro comportamiento que derivará en un estado de ánimo agresivo y dañino.
El calor: una amenaza para la estabilidad mental
Foto: Gaceta UNAM
Así como el calentamiento global puede estar aumentando el nivel de agresividad de las personas, también se ha descubierto que puede estar deteriorando la estabilidad mental de los seres humanos, ya que, un estudio en 12 países asoció las más altas temperaturas con un mayor riesgo de suicidio, donde los 27ºC era la temperatura idónea para el desenhadamiento de estas acciones.
Asimismo, de acuerdo a la revista Nature Climate Change y científicos de la Universidad de Stanford (EE.UU), debido al cambio climático, y el consecuente aumento de la temperatura global, para 2050 habría un incremento de suicidios y de enfermedades mentales gracias a los altos niveles de irritabilidad, estrés ambiental, sofocación y en algunos casos deshidratación a los cuales estaremos sometidos los seres humanos.