Layda Sansores con un topshow deplorable; “Alito” Moreno, el indefendible perseguido político: pensemos en lo que realmente importa.
Por: Fernando Oropeza
8 de julio de 2022
Foto: La Razón de México
Layda Sansores, Gobernadora de Campeche, ha mostrado su verdadero talento. Sí… aunque me cueste aceptarlo, esa señora tiene un gran talento: hacer circo.
De todas las emociones que pueden surgirle a un ciudadano al ver a una autoridad utilizar recursos públicos para hacer un “show” de pésimo gusto destacó una en particular: asco. Asquea observar la manera en la que la política se diluye en polos y la “politiquería” (término que los miembros de MORENA utilizan con frecuencia) se hace presente sin tapujos.
¿Qué hace la Gobernadora de Campeche? ¿El poder le quedó muy grande? ¿Qué beneficio le puede traer a la población realizar un show donde exhibe a Alejandro Moreno como un gran corrupto?
Deberíamos reflexionar en lo que realmente importa: políticas públicas sólidas que beneficien sus gobernados; sería mucho más interesante realizar investigaciones profundas en el ámbito social y económico para que las propuestas de campaña pudieran llevarse a cabo con eficiencia porque, Sra. Layda, la eficiencia en materia de Administración Pública está en la mejora de la calidad de vida de las personas no en el espectáculo (entretenido o no) que usted pueda brindar sentada y con chistes sumamente lamentables para una persona que lleva la rienda ejecutiva de un Estado.
Alejandro Moreno perseguido, sí; indefendible, también
Entendamos una cosa, Alejandro Moreno es indefendible, pero el desplegado de ataques que ha realizado Layda Sansores utilizando a la Fiscalía de su Estado, sacando al ojo público todas las videograbaciones y haciendo chistes al respecto: es un claro ejemplo de persecución política.
¿Qué tipo de proceso se le puede garantizar al Líder Priísta cuando la autoridad saca ventaja política de su supuesta corrupción y lo utiliza para golpear de lleno al partido tricolor?
Es sumamente cuestionable el actuar de este político, y por demás torpe la estrategia que ha asumido para no ser removido de la dirigencia de su partido.
Es un hecho que si sigue en la cabeza de este desprestigiado partido político, la alianza opositora está fulminada. La credibilidad se encuentra 6 metros bajo el suelo.
Pero no nos confundamos, es preciso que Alejandro Moreno haga frente a sus actos (tiene mucho hilo para cortar), pero jamás se debe de tolerar que la autoridad actúe con esta imparcialidad, frivolidad y desprestigio.
Si las instituciones encargadas de procurar la justicia actúan como extorsionadores, debemos de repensar en la clase de autoridades que tenemos.
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