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Pensar en salchichas

En boca de pocos


16 de febrero 2023

Por: Jaime Ortiz

Imagen: Jaime Ortiz


En 2006 el pensador esloveno Slavoj Zizek formaría parte de un documental cumbre en el análisis cinematográfico The Pervert's Guide to Cinema. Donde expondría, mediante en análisis de la ideología, puntos determinantes en las tramas de una serie de películas que consideraba pertinentes. Sin afan de ser pretencioso, pero con el interés de abonar a este ejercicio, hablaré de una de las películas animadas más controversiales de la última década, La fiesta de las salchichas de Conrad Vernon y Greg Tiernan, estrenada en 2016. Te invito, tan solo un momento y sin albur, a pensar en salchichas.


La controversia que desató La fiesta de las salchichas en su estreno por ser una comedia para adultos animada, ameritó una serie de aclaraciones en los posters exhibidos a las afueras de las salas de cine, por lo menos en territorio mexicano, con etiquetas pegadas sobre los rostros de los personajes. Además de la mala publicidad, parecía que la audiencia no estaba preparada para aceptar un concepto tan absurdo que a primera vista sólo respondía a un chiste, el falo embutido y la vagina de pan.

Sin embargo, los creadores, quizá conscientes del error que hubiera sido hacer un filme de comedia fácil, decidieron partir por un tema que si bien no es del todo profundizado debido al tono de la película, si contrarresta lo ridículo que puedan llegar a ser las situaciones. Hay un por qué se hace lo que se hace.


En el supermercado conviven miles de productos que cada mañana dan la bienvenida a los compradores con una alegre canción, esperando ser comprados y así ser llevados a lo que ellos piensan es un paraíso. Los compradores se convierten en dioses y los productos en adoradores. Entre los distintos pasillos, divididos por categorías y temáticas, se encuentran las representaciones raciales despectivas de alimentos que hacen su fiesta.

Todo se encuentra equilibrado y en armonía hasta que un frasco de miel mostaza regresa porque el comprador tuvo una equivocación. La miel mostaza advierte a los demás de lo que sucede cuando se van a casa de los compradores y esto comienza a desestabilizar algunos sectores dentro del establecimiento comercial.


La mostaza es entonces aquel detonante que comienza la duda que desembocará en la lucha por la emancipación ideológica. Cuestión que a menudo se ve en más películas, tal es el caso como el filme de John Carpenter They Live, donde son unos anteojos encontrados por un forastero los que detonan el movimiento revolucionario.


En ambos casos, es una mera casualidad que pasen, errores que rebasan las posibilidades previstas por los grupos dominantes o la superestructura.


En La fiesta de las salchichas el papel de los grupos dominantes que riegan las ideas dominantes y plantan las bases ideológicas de una comunidad son los productos imperecederos, que han tomado su legitimidad debido al tiempo que llevan en la tienda. Su función ha sido el de brindarle paz por medio de la mentira a todo el supermercado al decirles que el final del camino es un paraíso y no un acto cruel que termina con la simple muerte. Dejaron atrás el miedo, por una aceptación que implicaría trascendencia espiritual.


Por otra parte, las ideas dominantes en They Live corren a cargo de un grupo de seres que controlan las necesidades de las personas por medio de la publicidad que genere mayor necesidad de consumo, son empresarios, mandatarios y gentes de grandes esferas del poder, así como simples ciudadanos que caminen por las aceras.


En ambos casos, la ideología sembrada germina y florece individualmente como entre varios grupos, las ideas que comenzaron teniendo una intención se distorsionan conforme se necesite a favor de los grupos de poder, tal es el ejemplo de la parodia del nazismo en La fiesta de las salchichas o la aceptación de una moneda a tal punto que se vuelve más importante que la vida misma, haciendo referencia a la escena donde el dinero en They live se puede leer “Éste es tu dios”.


Una vez llegado el choque entre el despertar emancipatorio y el mundo adoctrinado y el comienzo en las estrategias de revolución, las dos ópticas de los distintos filmes sugieren que sea cual sea el camino, el armado en They live y el retórico en La fiesta de las salchichas, ambos necesitan de violencia, sacudir las raíces en los que se cimbraban todas las creencias de los individuos.


Después de las escenas rimbombantes de acción y explosiones en las dos cintas, se llega al momento de la culminación del proceso revolucionario, el cual concluye de mejor manera en la fiesta de las salchichas, con una aparente victoria del movimiento, sin embargo, una giro se vislumbra cuando los imperecederos le informan a la salchicha protagonista que siguen siendo dominados por otras fuerzas, que en efecto, sólo son personajes de una película. Se encuentran dentro de una superestructura que no habían contemplado.


¿Es entonces posible la emancipación? cómo se puede romper y liberar la mente de pensamientos e ideas inculcada por grupos dominantes si en un principio no se sabe qué es lo que se debe eliminar.


Las dos películas, aunque distintas en su tiempo, comparten cosas en común además de las ya mencionadas. Las dos dejan en claro la importancia y los distintos uso que puede tomar la ideología y cómo se ejerce ese método de dominación, ya sea para fines que beneficien a la comunidad o bien, sólo a unos cuantos.


Sí, entiendo que quizas La fiesta de las salchichas te parezca una película un tanto grotesca por su dosis de mal gusto sin sentido, pero te aseguro que tiene más que ofrecer a la luz del análisis ideológico.

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