De todos los amores
En fechas en las que el amor se continúa demostrando en una sola dirección siempre podemos resignificar los mensajes, los sentimientos, las emociones y todo lo que entendemos por amor.
15 de febrero del 2022
Por: Santiago Salinas
En el deporte como en la vida hay que hablar de todos los amores. En los tiempos en los que el amor se desmitifica y se cuestiona, hablar de todas las formas en las que unas y otros aman es imprescindible para deconstruir y construir el ya de por sí enigmático "sentimiento más fuerte del mundo".
Cuando hablamos de todos los amores hablamos ya no solo de una inequívoca concepción del mismo, sino de un amplísimo espectro de realidades, diferentes todas ellas unas de otras desenvolviéndose en el mundo, revelándose y asentándose mientras unas, unos y unes se juntan visibilizar y para amar sin tapujos ni prejuicios ahora más que nunca.
Foto: @Miseleccionfem
En las fechas como estas en las que está mil veces dicho que el amor se continúa demostrando en una sola dirección por familias, empresas, medios, etc., siempre existe una forma de resignificar los mensajes, los sentimientos, las emociones y todo aquello que entendemos por amor. Que cada quien es libre de significarlo de la forma que sienta, y que cada vez está más alejado—insisto— de lo que nos enseñaron y nos repitieron, casi que nos han obligado a replicar como si el amor fuera uno o como si la forma de expresarlo fuera única.
Así, cuando hablamos de amor hay que considerar a todos los amores, el amor no de una forma puritana, estigmatizada, idealizada o categorizada, hablo desde una forma real, desde lo que nos identifica como personas sintientes y que nos aleja de las etiquetas que no queremos, que no deseamos y que no son propias más de esta nueva realidad en la que nos desenvolvemos ante los ojos del mundo como lo que nos representa a propósito de lo identitario.
Foto: Marca
Que no me refiero a todos los amores como lo nuevo, ni menos como lo excéntrico, sino como lo aproximado a la visión de la normalidad de ser libre de expresar el amor de la forma en que se desee, alejados de los juicios, la violencia verbal, física, mental, emocional y de todos los tipos de violencias que nos acosen, porque de aquel mundo yo pienso que cada vez estamos más lejanos, porque los vemos en las imágenes, en los diálogos, en los sentipensares, en las letras, las palabras, en la vida y en el deporte, ojalá que sí, ojalá que sí.
Foto: @11lgnds
Es por eso que cuando hablamos de amor hay que hablar de, desde lo que vamos descubriendo, desde nuestra mente y desde nuestro cuerpo, desde nuestra realidad, desde nuestra historia, desde lo que somos, desde lo que fuimos y lo que seremos aunque todavía no lo sepamos—bendito descubrimiento—, desde lo que nos identifica y nos llena el alma, hay que hablar de todo lo que queremos para la vida, para cambiarla, para reinterpretarla, hay que hablar de derribar paradigmas, hay que hablar de todos los discursos, de todos los colores y de todos los amores.
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