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La Antártica lleva años advirtiendonos sobre una catástrofe ambiental

Hace unos días, el Washington Post anunció el registro en la temperatura más alto en la historia de la Antártida, pero el crecimiento de plantas en la zona lleva años acelerándose. Los científicos creen que, tal vez, uno de los ecosistemas más frágiles del planeta ha llegado a un punto de inflexión.


Por Andrea Calva Torres

25 de abril de 2022

El pasado mes, la revista científica Current Biology publicó los resultados del estudio Acceleration of climate warming and plant dynamics in Antarctica realizado por un grupo de investigadores de Italia, Reino Unido y Sudáfrica. En dicha investigación, liderada por la doctora Nicoletta Cannone, los científicos estudiaron entre 2009 y 2018 la propagación en de las únicas especies de plantas nativas con flores en el continente, es decir, la Deschampsia antarctica y la Colobanthus quitensis.


El estudio mostró que la tendencia al calentamiento del aire en la región posterior al enfriamiento de 2012, ha ocasionado una dinámica vegetal que propicia la expansión de estas plantas. Dentro del muestreo realizado en la Isla Signy, del Archipiélago de las Islas Orcadas del Sur de la Antártida, revelaron que los sitios de ocurrencia de la D. antarctica aumentaron de 147 a 300 entre los años de 1960 a 2009; duplicando su cifra para 2018 y alcanzando 635. Por otra parte, la C. quitensis creció cinco veces más rápido entre 2009 y 2018.


La isla donde se llevó a cabo el muestreo ha experimentado un aumento general de 1 grado Celsius en la medida anual del aire entre 1960 y 2018, permitiendo que las plantas se beneficien de este nuevo ambiente cálido. Dado que la Antártida está sufriendo un ascenso de temperaturas extremadamente acelerado, los investigadores descubrieron que las zonas donde se encontraron estas plantas eran más densas de lo habitual, por lo que las plantas no solo crecieron en tamaño, sino también de forma más abundante.

En el artículo publicado por Current Biology, se afirma que “la sorprendente expansión de estas plantas se debe principalmente al calentamiento del aire de verano y la liberación de la limitación de la perturbación del lobo marino”.


Como consecuencia, se considera que la floración acelerada en la Antártica provocará cambios en la acidez del suelo y su composición química. Esto dará paso al crecimiento de líquenes (organismos vivos frecuentemente usados como bioindicadores) y afectará la microbiota del área. Ambos procesos sumados a la desaparición del prehielo pueden generar modificaciones aceleradas en los ecosistemas antárticos.


“Nuestro trabajo proporciona la primera evidencia de los impactos acelerados del cambio climático en la Antártida”, declaró Cannone. Las plantas con uno de los mejores bioindicadores de los ecosistemas, ya que no pueden evitar el cambio climático, por lo que los expertos afirman que no estamos solo ante un mayor y rápido crecimiento de las plantas, sino que tal vez hemos llegado a un punto de inflexión.


Más aún, recientemente el Washington Post anunció que las temperaturas sobre la capa de hielo de la Antártida oriental se elevaron entre 50 y 90 grados por encima de lo normal, batiendo récords y alertando a los científicos. Y es que, hasta hace poco se consideraba que el continente blanco continuaba con actividad humana nula en su territorio, siendo el entorno más puro en nuestro planeta.


No obstante, al día de hoy el calentamiento ha causado constantemente modificaciones en el comportamiento de especies botánicas autóctonas. Mientras que, para la ciencia este evento representa un desafío para tener certeza de la evolución del continente, pero lo que está claro es que esta transformación afectará completamente al planeta y alterará las condiciones de vida de todos los seres vivos.


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